Hola a el LED, adiós a la bombilla halógena
Estamos ante una fecha histórica en el sector eléctrico y de la iluminación: el 1 de septiembre ha entrado en vigor la prohibición del Parlamento Europeo de fabricar bombillas halógenas. Así pues, el mercado a partir de ahora pasará a estar dominado por el LED.
Europa apuesta por el LED como luminaria eficiente
Esta prohibición del Parlamento Europeo sigue la línea de fomento del ahorro de energía. La Directiva 244/2009 establecía los diferentes pasos a seguir desde 2009 para llevar a cabo la retirada progresiva de todas las fuentes de luz “ineficientes”. En concreto, las bombillas que han dejado de producirse son las halógenas clásicas de cristal omnidireccionales con casquillos E27 o E14, así como las de luz no direccional con casquillos G4 y GY6.35.
Cabe comentar que en los comercios se seguirán vendiendo luminarias halógenas hasta que agoten las existencias. Y tan solo quedarán excluidas de la prohibición de venta aquellos casos en que no se pueda sustituir el modelo de bombilla halógena por una tecnológicamente equivalente. Algunos ejemplos de estas bombillas que no se puede sustituir por el momento son las de las neveras u hornos.
Esta medida está considerada como los expertos como absolutamente necesaria para cumplir con los requisitos del protocolo de Kioto, cuya finalidad es la de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en el planeta.
A lo largo de los últimos años se han dejado de fabricar varios tipos de luminarias, siguiendo los requisitos de la mencionada normativa. En 2012 fue el turno de las bombillas incandescentes y ya no se encuentran en el mercado desde entonces. Y en 2016 le tocó desaparecer a los focos halógenos.
Sustitución de las halógenas por el LED
Este cambio da paso al dominio del mercado por parte del LED, el cual cumple con las medidas de ahorro energéticas propuestas. El punto clave de la directiva europea para conseguir esta reducción se basa en aumentar el número de lúmenes en referencia a los vatios o potencia necesaria para emitir la luz suficiente. Es decir, generar más lúmenes o cantidad emitida de luz por menos consumo energético.
Según la Comisión Europea, la desaparición total de las halógenas y la irrupción definitiva del LED implicará un ahorro energético. Según sus cálculos, en 2020 el ahorro será el equivalente al consumo de todo un año en 11 millones de hogares. Todo ello se verá reflejado en una reducción media de un 15% en la factura de la luz.
Hay muchos más motivos por los cuales ya sabemos que el LED es la mejor solución en cuanto a iluminación. Los repasamos en esta infografía:
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